En los últimos años, el término kinesióloga ha tomado un nuevo significado en algunos países, especialmente en Perú. Originalmente utilizado para describir a profesionales de la salud especializadas en la rehabilitación física y masajes terapéuticos, el término ha sido adoptado en el lenguaje popular para referirse a mujeres que ofrecen servicios sexuales bajo la fachada de ser masajistas. Esto ha generado un fenómeno social interesante que merece un análisis profundo: ¿Por qué han proliferado tanto las kinesiólogas? ¿Cuál es la psicología detrás de esta actividad?

La Redefinición del Término «Kinesióloga»

La proliferación de kinesiólogas en Perú no se puede entender sin analizar cómo el término ha sido redefinido. Originalmente, una kinesióloga era una profesional de la salud, pero hoy en día, se utiliza frecuentemente para referirse a mujeres que ofrecen servicios sexuales enmascarados bajo el título de «masajistas». Esta redefinición ha sido impulsada en parte por la necesidad de camuflar la verdadera naturaleza del servicio, especialmente en anuncios clasificados, como se ha visto desde finales de los años 90.

El uso de un término como kinesióloga en lugar de términos más directos como prostituta o escort también refleja un esfuerzo por suavizar el estigma asociado a la profesión. De este modo, tanto quienes ofrecen el servicio como quienes lo consumen pueden sentirse menos juzgados en una sociedad donde la prostitución aún es vista con prejuicio.

La Psicología de las Kinesiólogas

1. Factores Económicos

Uno de los principales motivos detrás de la proliferación de kinesiólogas es la necesidad económica. En un contexto donde el acceso a trabajos bien remunerados es limitado para muchas mujeres jóvenes, ofrecer servicios sexuales puede parecer una opción viable y rentable. Como mencionan varios usuarios en foros, el dinero rápido y fácil se convierte en un atractivo difícil de ignorar. Por ejemplo, una kinesióloga puede ganar en una sola noche lo que tomaría semanas o incluso meses en otros empleos convencionales.

Este factor económico se agrava cuando consideramos que muchas de estas mujeres tienen responsabilidades financieras importantes, como el pago de estudios universitarios o el sostenimiento de una familia. La presión financiera hace que la prostitución bajo el título de kinesióloga sea vista como una solución temporal o incluso como una carrera lucrativa.

2. Separación del Sexo y el Amor

Otro aspecto psicológico destacado es la capacidad de separar el sexo del amor y las emociones. Según relatos en foros, muchas de estas mujeres ven el sexo como una transacción comercial, desvinculada de cualquier tipo de afecto o relación emocional. Esto les permite desempeñar su trabajo de manera más pragmática, sin sentirse atadas por las convenciones sociales que tradicionalmente asocian el sexo con el amor y el compromiso.

Este desapego emocional no solo facilita la realización de su trabajo, sino que también les permite justificarlo ante sí mismas y ante los demás como un medio legítimo de ganar dinero, similar a cualquier otro trabajo. La modernidad y el acceso a más información sobre sexualidad han ayudado a desmitificar el sexo como un tabú, lo que permite que muchas jóvenes vean la prostitución de una manera más pragmática.

3. Competencia y Adaptación

La competencia en el mercado también juega un papel crucial en la psicología de las kinesiólogas. Como cualquier otro negocio, la oferta y la demanda afectan el comportamiento de quienes ofrecen servicios sexuales. En un mercado saturado, estas mujeres sienten la presión de ser más competitivas, ya sea ofreciendo más servicios (los llamados «adicionales») o bajando sus precios para atraer más clientes.

Este fenómeno también ha llevado a una profesionalización del servicio, donde las kinesiólogas buscan destacarse no solo por su apariencia física, sino también por la calidad del trato que ofrecen. La competencia ha generado un entorno donde la capacidad de adaptación y la disposición a satisfacer las demandas de los clientes se vuelven cruciales para el éxito.

Impacto Social y Cambios Culturales

El auge de las kinesiólogas también refleja cambios culturales más amplios en la sociedad. El aumento del liberalismo sexual y la disminución del estigma alrededor del sexo casual han contribuido a la normalización de esta actividad. Las mujeres jóvenes en Perú y en otros países han adoptado una actitud más abierta hacia su sexualidad, lo que les permite participar en la prostitución sin sentir el mismo grado de culpa o vergüenza que en generaciones anteriores.

Además, el acceso a la educación superior y la creciente presencia de mujeres en universidades e institutos ha cambiado la demografía de las kinesiólogas. A diferencia de épocas pasadas, donde el atractivo físico era la principal carta de presentación, ahora muchas de estas mujeres también poseen un nivel educativo elevado y ven la prostitución como una forma de financiar sus estudios o mantener un estilo de vida que de otra manera no podrían permitirse.

Conclusión

La proliferación de kinesiólogas en Perú es un fenómeno complejo que combina factores económicos, cambios culturales y psicológicos. Para muchas de estas mujeres, ofrecer servicios sexuales bajo el título de kinesiólogas es una respuesta a la necesidad financiera, a la desvinculación emocional del sexo y a la competencia en un mercado saturado. Si bien esta actividad sigue siendo un tema controvertido, es importante entender las motivaciones y la psicología detrás de quienes deciden seguir este camino.

Con el tiempo, la sociedad y la legislación podrían evolucionar para abordar este fenómeno de manera más inclusiva y comprensiva, reconociendo tanto las necesidades de las trabajadoras sexuales como los desafíos que enfrentan en su día a día.